POEMA: CITA EN MARE TRANQUILITATIS.

CITA EN: "MARE TRANQUILITATIS"
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El día se acerca con pasos diminutos
dormitas,
aguardo sin prisas

hemos cerrado el pacto hace pocas horas
de vivir esta mañana despacio;
haciendo de cada minuto
un importante regalo.


Ambos, por dentro
resonábamos:

¿Habrá un despertar tan solidario?

Y eso
que no nos acercaba nada,
como la distancia
ni la diferente cultura.



La desconfianza reinó al no más llegar
por si el otro era sólo
un tren de medianoche,
que llegaba y se iba...ya...


Ese polvo encima, en ambos
que no nos habríamos sacudido de un amor anterior
y vigente en papel,
nos puso en guardia.

Los dos con esas marcas de anillos quitados,
los dos con un ritmo de blues
en el corazón.



Pasaron los instantes, las preguntas
se lijó cuanto sobresalía
hubo una mano que pasó rozando
y...



Dos lanzados en una curva cerrada,
tras los preliminares,
los justos;
el ritual que no se podía cambiar
hasta llegar al más dulce cuerpo a cuerpo.




Lo nuestro acababa de empezar
fuimos uno más uno
hasta llegar al amor al cuadrado
y elevado a la potencia.

Repasé las hojas de las posturas,
los versos que creía olvidados,
el álgebra


Dos necesitados de una ecuación
para un resultado:
vendarnos, des-herirnos, curarnos;
juntarnos hasta completar el dibujo de un corazón
con las cicatrices...
luego, continuamos haciéndonos el amor
con sólo mirarnos.



Llega lenta la mañana
porque así la hemos encargado.

Silba un tren a lo lejos
pero no somos nosotros.

Es curioso el ansia con que te espero
y eso que nos acabamos de conocer,
pero nunca fui muy ducho en números
salvo para el placer y por ello,
sonrío cuando se conjura la piel
y se oscurece allí donde no dejaron los aros
en los dedos.


Llega lenta la mañana para dos recién conocidos
que miran sus dedos
y la reciben riendo.


Afuera todo son silbidos
trenes con prisa
personas que han perdido el sabor
la pasión, el norte, la risa.

Él mira por la cama
a ver si a ella se le desprendió alguna pluma...
por aquello que sintió
mientras se estaban amando.


Tras el cristal que los salva de todo, hay dos
que van haciendo
despacio y ahora que ya se conocen,
sólo esperan
sólo se piden, a los ojos
que sólo quieren un buen resultado.
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Domingo Sánchez – Loverman

prosa poética – derechos reservados.