DUETO DE POEMAS ENTRE JUDITH CECILIA CORREA - COLOMBIA
Y DOMINGO SÁNCHEZ - LOVERMAN - ESPAÑA.



ENVUELTA EN VOLCANES
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MI amor, mi gran amor,
mis pensamientos anoche fueron tuyos;
éramos dos al sólo pensarte y escribirte éstas líneas.

Mi cuerpo se hacía húmedo, mi pasión era desbordante,
mis calores subían de grados arrastrados de deseos palpados.

En la soledad de mis adentros,
podía yo decirte que te amaba locamente,
que en medios de eclipses de remolinos y pasiones,
sentía que me ahogaba el agua de tu sexo.

Mi respiración jadeante y más yo husmeaba tu cuerpo,
queriendo descubrir tu zona x
Mi preludio de amor se convertía en juegos eróticos de magia
con deseos llevados a cabo nuestras extensas fantasías.

Aquí me tienes fundida como hierro incandescente,
me envolvían tus manos en mi cuerpo,
parecían enredaderas atascadas de amor entre mis pechos,
eran como piedras henchidas
los pezones erguidos esperando el momento
además de..deseos, palabras, entrega sentimientos.

Todo se condensaba en un río de pasiones, ya no existía,
quería que me hicieras tuya que tomaras mis partes
y navegaras mar adentro, hasta sentirme realizada

apretabas tu cuerpo contra el mío
palpando mi pubis henchido y húmedo y crecido;
sabías que estaba lista para experimentar
el acto más sublime que pueda existir,
lo esperaba desde mucho tiempo

gemidos suspiros sollozos se escuchaban en nuestro lecho,
estábamos juntos por primera vez en mucho tiempo,
sintiendo aquel amor consumido y aditivo
que me llevaba al cielo...

Habíamos tenido una noche de placer,
la noche más bonita que jamás llegué a tener,
sólo quedaban las huellas sobre las sábanas blancas
de dos cuerpos que se tenían ganas!

eso era ayer, pero hoy:

...Te amo, y soy tuya por siempre...
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JUDITH CECILIA CORREA
POEMAS RESERVADOS.

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YO, LO MÁS LEJANO AL FRÍO
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Tomo su carta.

La escucho
la leo
me transformo.


Sé que tengo un motor
que me impele las sangres,
como también otro corazón
para mi amor con ella.



Desde lejos le digo:

"Más tarde, transformados
seremos parte de un montículo;
o sea, un pedazo muy importante de estas laderas

y mucho antes,
podría ocurrir el desvarío de una enfermedad
propia de lo mayor y que no asegura
los recuerdos de un pasado como herencia".



Yo te digo, entretanto
que me ames ahora!
que hago de mis días, para ti,
todos, todos lectivos.

Créeme, mira mi cara!
que expresa que eres
mucho más que un cobijo para la tormenta.



Juntos somos un todo en esa fronda:

Yo, el duro roble de porte erguido
y tú, ese buen mineral que se descongela en vetas
por las delicadas venas de la tierra.


Eres el barro que amo
al cual, con ganas de cocerte y calor
me abalanzo;
la razón de mi alabanza continua,
el empuje-motivo por el cual
y como un río,
discurro

alegre, con los cánticos propios del agua,
hacia abajo;
para restar limpio, puro, tranquilo

para cuando me llames
y necesites beberme,
por tu boca de marfiles
y sus aledaños.
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Domingo Sánchez - Loverman
poemas registrados.