POEMA: UNA MANO QUE SE OFRECE.

UNA MANO QUE SE OFRECE
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Ven a mí
y dame esa sonrisa que has pensado prohibida
y dices no se hizo para ti,
que la valoraré.

Da el primer paso sin azorarte,
yo soy el asidero que siempre has estado pensando
y puedes tactar.

Ven, Amor
que verás que no hemos nacido sólo para nosotros;
es seguro que te sobresaldrá el miedo, mas no
pues estaré también allí para extirpártelo.
Te daré el apoyo, la confianza, los votos necesarios.

Déjame rodearte de aquello que siempre has soñado,
soy tu valedero y lo vengo a demostrar;
sólo pido ese paso adelante, sin ruido
que ya lo dirá todo.

Sólo es que he dejado de verte como otras veces
y debido a que ya no te quiero como una figura,
ahí al frente, no;
sino pegada y mucho
a mi lado; piel con piel
y pensando que si te fueras, ocurriría un desgarro.

Créeme, no vayas en contra de esta naturaleza
que ahora se muestra;

Escúchala! aliméntala!

Por mi parte soy quien haré caldo con alas de mariposa,
si es necesario,
en apoyo a ese avance

para que repongas un arco-iris sobre el negro
y te des a confiar en este nuevo escenario
donde mi "yo" te espera y es clave.


Olvidarás allá el viento fuerte
y a la contracorriente habrá un sin temor,
viendo como viene flotando mi mano para que la tomes

así te brindes a la desimportancia de entregarte conmigo a la deriva
en un lugar sólo de amor
y que ya alejé, para vos,
de los campos de batalla.


Ya que todo el mensaje que tu cuerpo origina
es aquel que necesitas para el final de cada tarde:
alguien que te escuche, te cuide, el compañero fiable

como también, donde tú sabes,
un amante acorde