POEMA - DUETO ENTRE ANA OCAÑA AZOR Y DOMINGO SÁNCHEZ - LOVERMAN

Poemas-duetos de Ana Ocaña Azor y Domingo Sánchez - Loverman.


Mi querido Amor-Deseo
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Cuando ruge el invierno,siento que no estás,
que la distancia ahoga, que se pudren en el alma los recuerdos
que fueron vida en nuestras ansias...

No puedo dejar de pensar en ti, hay momentos que enganchan,
que te cubren de caricias las oquedades del alma.

Te echo de menos cuando despunta el sol en la alborada,
tu presencia de luz es el sol de mis mañanas;
de mis horas de espantos que se espantan sin ti,
todo es gris hasta el letargo de la primavera,
todo se marchita y se quema
sin tus labios que me hacen presa...

La pasión que yo siento, es el aire y el viento,
esa nube que pasa y que se queda en nuestro cielo,
cubriendo de deseos el perfume de tu cuerpo fiero...

Mi amor cuantas veces te siento río que fluye por mis anchos ribazos,
donde se apartan los juncos y cipreses
que con sumo respeto nos alaba
...cuanto un mundo de cariño que se escapa,
en una distancia que nunca nos alcanza.

Los veranos son estaciones
cuando la amistad se funde en cada estación que veneramos
y sentada me siento la reina en un sofá
que desnuda mi piel entre palabras...

Nunca más vuelvas a pensar en esa extraña distancia,
cuando sientas frío y me reclames.
Allí estarán mis labios que te calman,
mi cuerpo que se duerme y tu levantas,
con ese sexo que sin ti no descansa
y que es furia que el placer nos regala.

Piensa en mi y morirá la distancia, si...

Solo una fuente de brisa rozara siempre tu cara.

Tuya y de la poesía tu amada:

Amanda.
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DE Ana@ocaña
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poema de Domingo Sánchez - Loverman



UN CALOR EN LA BALANZA
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Te leo y ya se lanza, hacia vos
un alabo unísono;
no siento igual que tú
sino más, lo siento
son cosas del corazón

lo sé
porque el río ríe distinto
contento, quiéreme decir algo gota a gota
pero les digo ya...que estoy enamorado.



El aire, esa estera transparente
no sabe igual
hay trazos de sabor de almíbar
por pasaste tú

y allá por donde va tu sombra
adecuo el paso
para ponerme justo al lado
y ver cómo nuestras dos manos se juntan.



Te diré que tengo sueños prohibidos
en que pido que te desvistas del liguero;
que oso a arrancarte el látigo de las manos
pues por dentro tengo en llamas seis bidones de alcohol
ya que, sin tocar, les prendistes fuego.


Vivo el alboroto,
de todo lo normal soy el absoluto desapego.


Solamente nombrarte ya representa gozo por el paladar,
vos, mi amor,
nada mejor para mis labios.


Noche, confirmación del acierto
las estrellas sólo son ojos de celos
que espían a dónde voy,

que lloran rayos ellas
al ver que no más pienso en llegar a tu puerta.


Rasgan el oscuro esas luces, hacen agujeros
y allí se quedan,
hojas de los árboles también raspan el suelo
una vez allá, mueren rabiando
de las envidias enteras.


Llamo, abres tú, en transparencias
y el champán vertido sobre ti
ponen al día el resto tras esas telas.

La Luna, que por la ventana entra,
me da en la espalda, con sus rayos me araña;
pero lo siento, ya estoy aquí con tu carta
a la búsqueda de ese calor del que tanto me hablabas.


Ahora, tras esa otra puerta de la habitación
donde nadie va a saber nada,
voy a sacar mi fuego y tú...tu calor;
lo pondremos en la balanza y después

...allí veremos quién es
aquel que, de verdad, gana.
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Domingo Sánchez - Loverman
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